- Ya he dedicado algún que otro post a la aceptación para la Autoestima. Pues bien, esta mañana, después de dedicarle mi más positiva energía a los rituales rutinarios para conseguir enfrentar el ritmo antinatural en el que nos vemos abocados a vivir con una sonrisa… Tan bien parecía que lo estaba llevando! Yo dirigía los rituales como un planeta atrae a su satélite a orbitarle armoniosamente… Abrimos ojos, mimos y besos, pipís y cacas, desayuno con sus intríngulis… lavamos los dientes, quitamos pijama, vestimos la ropa que preparamos ayer antes de la bañera, me visto rápido mientras juega, todo listo desde ayer, saca el tuper de la nevera… Todo parece ir bien, pero hay algo extraño, como una falsedad, que me incomoda. Tanta organización… me abré dejado engullir por el sistema? Pero si no soporto las rutinas! Disfruto mil veces más los días en que nos despertamos y diluimos la mañana y salimos de casa a las 12:37 sin saber en qué se nos ha pasado la mañana. Por un lado las rutinas son muy prácticas para la crianza, por otro, hasta qué punto forzamos nuestro tiempo y el de nuestrxs hijxs para que encaje con nuestros deberes? Además, el tema de que nuestrxs hijxs son nuestrxs satélites me chirría un poco, no tienen derecho ellxs también a disponer de su tiempo? Y tú qué opinas? Dónde está el equilibrio entre el TOC de la rutina y el caos de la falta de límites temporales… Cómo lo concilias?
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